El masaje deportivo es un método particular de tratamiento fisioterapéutico, resultado de la combinación de diferentes técnicas de masaje, y tiene tres aplicaciones principales:
- masaje de preparación y calentamiento antes de la carrera
- masaje de recuperación y relajación o descongestivo posterior a la carrera
- masaje de mantenimiento del tono/trofia muscular
Los objetivos del masaje previo a la carrera son estimular el flujo circulatorio hacia los músculos, reducir la tensión muscular y, no menos importante, inducir una sensación de
sensación de preparación psicológica. Los objetivos del masaje deportivo posterior a la carrera son descontracturar los músculos, reducir cualquier edema causado por microtraumatismos, restaurar la elasticidad y estimular el flujo sanguíneo para eliminar el ácido láctico, reducir la probabilidad de calambres y dolores posteriores al rendimiento y acelerar el tiempo de recuperación. El masaje deportivo de mantenimiento, como parte habitual de los planes de entrenamiento atlético, debe realizarse al menos una vez a la semana, con el objetivo de aumentar el flujo de sangre y nutrientes a los músculos, mantener los tejidos "libres" para que las diferentes capas de tejido "se deslicen" fácilmente unas sobre otras asegurando la elasticidad. Las principales técnicas utilizadas en el masaje deportivo son:
- rozamiento, aumenta el flujo sanguíneo al músculo
- amasamiento, técnica muy utilizada para la descontracción muscular
- percusión, para la tonificación muscular
- vibración, para favorecer el retorno venoso-linfático.
Las sesiones de masaje deportivo suelen durar entre 40 y 60 minutos y deben ser realizadas por terapeutas cualificados.