Falsos mitos de la natación en estilo libre
Mauro Lanzoni - ENDU Channel

En la era del "copia-pega" y en la onda del "siempre se ha hecho así", ocurre con frecuencia que los ejercicios de técnica de natación se proponen sin propósito y, sobre todo, se demuestran de forma burda, proporcionando imágenes mentales débiles y poco claras, hasta el punto de convertirse en falsos mitos.
En esta ocasión hablaremos de los tres falsos mitos más frecuentes (pero realmente hay muchos otros) de las brazadas de estilo libre. 

Nota para facilitar la lectura del artículo: 

  • En terminología didáctica, la brazada de estilo libre se divide en cuatro fases, tres de las cuales son subacuáticas (postura/agarre, tracción, empuje) y una aérea (recuperación). En realidad es un movimiento único y continuo, sin pausas, pero este desglose ayuda a centrar la atención en los detalles
  • la línea media es uno de los planos anatómicos: una línea imaginaria que divide el cuerpo en dos mitades (derecha/izquierda) y representa el eje sobre el que tienen lugar los movimientos de rotación

1er falso mito: "mantener el codo doblado".
En la fase de recuperación aérea, mantener el codo flexionado es útil porque aligera el brazo (apoyado en el deltoides). También predispone a una entrada lineal en el agua, porque favorece la rotación del hombro, haciendo el movimiento más limpio (¡la estética también es importante!).
Los problemas surgen cuando la atención se centra en el codo doblado y no en el codo alto: si doblas el codo pero lo mantienes bajo respecto a la superficie del agua, es muy probable que impacte antes que la mano y/o que la trayectoria de la mano durante la extensión del codo cruce entonces la línea media durante la fase de apoyo.

La consecuencia es que se anula la eficacia de la fase de apoyo y de tracción.
Para entenderlo mejor, probemos un ejemplo con una actividad que se desarrolla fuera del agua, la carrera: si cruzáramos la línea central en cada pisada, nos tropezaríamos, con el riesgo de caernos en cada zancada. La dinámica es la misma al nadar, sólo cambian los planos de apoyo, el elemento con el que se interactúa y las extremidades propulsoras.
La corrección correcta, por tanto, es "mantener el codo doblado y alto".

2º falso mito: "dibujar una S con la mano".
Con un adulto principiante, esta entrega podría ser engañosa y distraer de la verdadera atención, que se centra en el codo y no en la mano. Dibujar una S al bucear, al tirar, no es complicado, pero centrarse en este detalle podría hacer bajar el codo, llevando el olécranon (la 'punta') hacia el fondo de la piscina, en una postura de mantis religiosa. La S sería perfecta, por supuesto, pero el miembro superior no ejercería la palanca adecuada.

Si, por el contrario, se mantuviera el codo en alto, con el olécranon apuntando hacia la superficie del agua, se crearía el requisito previo para colocar el miembro superior en una palanca más eficaz, y la mano recorrería la fase subacuática dibujando una onda sinusoidal vista desde arriba (una especie de S, pues), como mero resultado de la palanca creada.

3er falso mito: "gira los hombros y haz el roll".
Ahora bien: el balanceo de hombros es tan claro en su necesidad como confuso en su ejecución.
El balanceo es el resultado del movimiento de propulsión del 'hombro dominante' que tiene lugar en el estilo libre y en la espalda.
Si el balanceo se confunde con bajar un hombro y subir el otro, el resultado es una rotación del torso con una verticalización del movimiento alto-bajo del hombro que no activa correctamente las cadenas musculares.

Tendremos entonces un swing con poca eficacia propulsiva, lo que se traduce en una dificultad para establecer los tiempos de respiración correctos y una postura inadaptada a los principios de la hidrodinámica.

Creando una simple imagen mental, se puede llegar al resultado deseado de forma más rápida y estable, con el consiguiente aumento de la autoestima y de la percepción corporal. Por ejemplo, se puede pedir imaginar que al entrar en el agua se agarra la mano y se tira firmemente hacia delante y un poco hacia abajo, de forma que el hombro se lleva hacia la barbilla en la fase de máxima extensión en apoyo (lo importante es que no sea la barbilla la que vaya hacia el hombro). Si esto ocurre es porque el hombro contrario se ha levantado para permitir esta extensión. El balanceo puede verse como la extensión hacia delante de un brazo permitida por la elevación del hombro contrario.

Para recapitular

Si el codo está alto (y doblado) en la fase de recuperación del aire, si el olécranon apunta hacia la superficie del agua en la fase de apoyo, si el hombro del brazo que va a realizar la recuperación del aire permite que el otro brazo se extienda en la fase de apoyo, se crearán las condiciones para una brazada más eficaz.

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